martes, 16 de marzo de 2010

Bolso florido y restos de lana

Todo comenzó con esta idea que vi en una revista que compré...

...unida a la siempre persistente y utópica meta de terminar con los restos de hilados que se han ido acumulando a lo largo del tiempo. Así que puse manos a la aguja crochet y se fueron produciendo estas flores y círculos...


...siguiendo estos simples esquemas (claro que hubo pequeñas modificaciones propias).

A la hora del armado, fabrique un molde a partir de un bolso que tenía y fui presentando las distintas piezas, uniéndolas después con punto cadena, sin ningún tipo de esquema previo.


Y así quedó mi bolso florido!!!!




En el borde de la parte delantera le hice un par de vueltas en medio punto como para que se emparejara la forma. La parte de atrás también es en medio punto. Los hilos que usé fueron restos de hilo de algodón grueso.


Aprendí varias cosas:
  • El molde para el armado final tiene que ser de tela (como se ve en las revistas rusas) ya que las alfileres lo rompen y se termina desarmando todo.
  • Las alfileres tienen que ser largas y con cabeza de perlita o similar porque sino se pierden.
  • Hay que ubicar las distintas piezas del diseño no tan cerca unas de otras de lo contrario da mucho trabajo poder tejer la red de cadenas.
  • Definitivamente la aguja hay que tomarla de una forma extraña a como la usamos en argentina (al menos en mi zona).
  • Conviene hacer un borde en cadena e ir uniendo las piezas exteriores, eso hace más simple la unión de las piezas, se evita además agrandar el trabajo. El bolso quedó más grande que el molde original.
Y como cuenta Eduardo Galeano...

... estaba con un amigo suyo, Fernando Birri, cineasta latinoamericano, en Cartagena de Indias, Colombia, y un estudiante le preguntó a Fernando que para qué servía la utopía. Después de tomarse unos segundos en silencio, comentó: “¿para qué sirve la utopía?, esta es una pregunta que yo me hago todos los días, yo también me pregunto para qué sirve la utopía. Y suelo pensar que la utopía está en el horizonte y entonces si yo ando diez pasos la utopía se aleja diez pasos, y si yo ando veinte pasos la utopía se coloca veinte pasos más allá; por mucho que yo camine nunca, nunca la alcanzaré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Para eso, para caminar.

Moraleja: sigo teniendo un montón de hilos, compré más para la parte de atrás, y tengo que comprar más en otros tonos que, por esas cosas del destino, no hay restos de ellos.

Para qué??? El para que y el por que, se los cuento en otro post.

2 comentarios:

  1. Muy lindos los bolsos. El primero esta muy autentico y el blanco con flores de colores esta muy lindo me gustaron lo colores claros. En fin los dos esta bellossssssssss.

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  2. Muy de verano, me encanta, te felicito esto sí que es arte, cuando no se copia a la perfección del gráfico, si no lo bello es cuando le pones el toque personal, verdadero arte. Un abrazo de paz y luz

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